En México, la inversión privada en nuevas factorías procesadoras de caña de azúcar ha sido casi nula desde hace más de 60 Años. En su mayoría los ingenios fueron construidos y desarrollados con recursos federales con el objetivo de apoyar la agroindustria para generar fuentes de trabajo en el campo, en específico con la producción cañera. El último ingenio azucarero que se construyó empezó a operar hace 34 años.
Es por eso que la planta industrial Central Energética de Atoyac representa uno de los esfuerzos de inversión privada más importantes del país con tecnología de nueva generación orientada a producir dos recursos estratégicos como los son el Bioetanol y la Bioelectricidad.
Salvador Romero Valencia, Director General de Alcoholera Zapopan y de la CEA, comentó que es muy importante que existan inversiones de este tipo en México ya que le permitirán insertarse en la transición energética que ya se está dando en otros países alrededor del mundo.